La ley que parecía, pero que no es...
Cuando la Democratización del Deporte queda "fuera de lugar"
Finalmente se aprobó la nueva ley del deporte en Venezuela.
Como ciudadano y deportista, intenté ejercer mi derecho y deber de participar en la conformación de esa ley.
Lo hice como pude, y desde donde pude, porque mi vida en el deporte ha sido, y seguirá siendo, una lucha por democratizar y mejorar el deporte.
Ese derecho y deber lo ejercí como jugador, militando, mas que jugando, para crear organizaciones como la Asociación de Jugadores de Fútbol de Venezuela.
Y lo hice como dirigente, ayudando crear organizaciones como Fútbol Mejor o la Asociación de Atletas Olímpicos de Venezuela.
Y lo hice también intentando ayudar a escribir artículos de esa ley. Lo hicimos desde el comienzo del ejercicio. Fue hace mas de 10 años, desde Fútbol Mejor, cuando desde esa organización entregamos propuestas de artículos para esa ley.
Hoy escribo para expresar que justo cuando creía que esa lucha vería un importante logro con la aprobación de la nueva ley, la única sensación que me queda hoy, al leer lo que fue aprobado, es que la lucha ha de continuar.
Al final de la discusión, la Asamblea Nacional entregó una ley que “se parece a lo que queríamos, pero que no es”, una ley que nos entrega esa preciada democratización de la base por la que tanto luchamos, controlada, por no decir, subyugada, a una estructura centralista de gobierno.
Con la nueva ley, el Ministerio del Poder Popular para el Deporte (MPPD) y el Instituto Nacional del Deporte (IND) instituciones con “liderazgo elegido a dedo” por el Presidente de Nuestro País, crean y controlan el Sistema Nacional del Deporte, el Plan Nacional del Deporte, El Registro Nacional del Deporte, el Registro de Entidades Productoras y Comercializadores de Bienes y Servicios, y el Presupuesto de la Nación para el deporte.
Hasta aquí se podría decir que ese es la estructura que determina el “deber ser” de uno como ciudadano deportista, y por lo tanto, es posible argumentar que es razonable imponer esa estructura para ordenar y gestionar mejor la masificación del deporte.
Pero en mi opinión, donde la ley sobrepasa sus limites razonables de control sobre el deporte, es cuando determina además que el estado controlará todos los aspectos económicos del deporte, inclusive el Patrocinio.
Y esto ultimo lo logra gracias a la aprobación del Articulo 66 de la ley. A través de ese articulo, la nueva ley crea un nuevo Fondo Nacional del Deporte con dinero que antes iba al Patrocinio, y que ahora pasa al control absoluto del IND. Como si fuera poco, la otra porción que ese articulo, que determina que las empresas podían invertir parte de ese impuesto de forma directa en el deporte, pues fue cambiada a última hora para que dicho aporte solo pueda ejecutarse con la aprobación del IND.
Permítanme entonces hacer, como dicen en el argot deportivo, “una repetición de la jugada”, pero esta vez con el ultimo factor detallado en el párrafo anterior.
Visto todo desde la perspectiva de los de “arriba”, o el de los que gobiernan el deporte, de acuerdo a la nueva ley, el MPPD y el IND controlan el Sistema Nacional del Deporte, el Plan Nacional del Deporte, El Registro Nacional del Deporte, el Presupuesto de la Nación para el deporte, el recién creado Fondo Nacional para el Deporte, el Registro de Entidades Productoras y Comercializadores de Bienes y Servicios, y además, controlan la aprobación del Patrocinio Deportivo. En pocas palabras, controlan todos los sistemas, procesos, y además la economía del deporte.
Visto desde la perspectiva de los que participamos en el deporte, la nueva ley del deporte hace que toda persona u organización asociativa del deporte, entiéndase atleta o deportista, competición, club, o equipo, deba registrarse en el IND para realizar la actividad deportiva, integrar su gestión al Sistema y el Plan de la nación, solicitar, si viene al caso, una licencia para poder ejercer la gestión económica en el deporte, solicitar fondos nacionales para su gestión, y en el caso de que también necesite fondos adicionales de Patrocinio Privado o Público, pedirle la autorización al IND para poder recibirlo.
Del poder central solo se salvó la recién creada Comisión de Justicia Deportiva, que a pesar de haber sido propuesta como dependiente del Ministerio del Deporte originalmente, se le dio una independencia gracias a las modificaciones sugeridas durante la discusión.
Ah si, y también se salvó el ahora democrático pero insignificante proceso electoral de las organizaciones asociativas deportivas.
Para democratizar hay que masificar de verdad. Tal y como esta escrita, esta ley ayudará solo al estado. Para masificar al deporte de verdad no es necesario controlar a todos los actores deportivos y procesos, tal y como lo hace esta ley. Lo que en realidad hace falta es fortalecerlos y facultar su gestión.
Pero sobre todo, para democratizar y masificar de verdad al deporte, también es necesario el libre ejercicio del Patrocinio, cosa que esta ley reconoce en el articulo 62, pero que luego elimina de facto con el articulo 66.
La absurda imposición de controles que inhabilitan el libre ejercicio del Patrocinio se convertirá además en un obstáculo para el desarrollo del deporte en lo mas público de su vértice, el deporte Profesional y el de alta competencia. El hecho que esta ley valide al gobierno como el ente controlador de los fondos que motorizan la economía del deporte mas allá de las redes del gobierno, pone en peligro hasta la naturaleza misma de las organizaciones asociativas del deporte, sobre todo la del deporte profesional.
(Una cita de este articulo fue publicado en el periodico El Universal el Jueves 4 de Agosto del 2011. ver:http://www.eluniversal.com/2011/08/04/se-parece-pero-no-es-lo-que-queriamos.shtml )
La absurda imposición de controles que inhabilitan el libre ejercicio del Patrocinio se convertirá además en un obstáculo para el desarrollo del deporte en lo mas público de su vértice, el deporte Profesional y el de alta competencia. El hecho que esta ley valide al gobierno como el ente controlador de los fondos que motorizan la economía del deporte mas allá de las redes del gobierno, pone en peligro hasta la naturaleza misma de las organizaciones asociativas del deporte, sobre todo la del deporte profesional.
En pocas palabras, esta ley no entrega la democratización anhelada al deporte, la subyuga al estado, y la pone en "fuera de lugar".
(Una cita de este articulo fue publicado en el periodico El Universal el Jueves 4 de Agosto del 2011. ver:http://www.eluniversal.com/2011/08/04/se-parece-pero-no-es-lo-que-queriamos.shtml )
Comentarios
Permítame también decirle que no se trata de defender lo que Vd. denomina como el “business” del deporte, sino algo mucho mas fundamental, como lo es defender el derecho que tenemos los Venezolanos de poder escoger libremente las ayudas de ambos para el deporte, la del estado y la de la empresa privada. Esta ley, tal y como esta, inhibe ese derecho.
Le reitero una vez mas, que este ejercicio lo hago desde mi derecho como deportista, como ex/Vinotinto, como dirigente deportivo, y sobre todo, como ciudadano Venezolano, con nombre y apellido, que ejerce su derecho de participar con sus ideas y su conocimiento por hacer una mejor Venezuela para todos.
Quiero asumir que a Vd. le preocupa tanto el deporte Venezolano como a uno. Y Si ambos compartimos esa preocupación, entonces comuniquémonos con el debido respeto, y debatamos las ideas, no las personas o vanas elucubraciones de intereses partidistas.
Ah, y por último, si compartimos el respeto mutuo y el interés por un mejor deporte para nuestro país, de mi parte le saludo y le sugiero que me escriba con su verdadero nombre y apellido. No creo que haya razón alguna para que lo oculte su nombre a la hora de debatir conmigo de cara a Venezuela.