LA POLAR Y LA FVF

(Crónica de una crisis anunciada)

La ley, por definición, es la norma o el conjunto de normas que sirven para regular la convivencia y actividades humanas en un país.  Desde la perspectiva que platean los principios democráticos, las leyes poseen un mayor valor ético en la medida en que genere la mayor cantidad de oportunidades para la participación y el crecimiento humano de la mayor cantidad de ciudadanos en la mayor igualdad de condiciones posibles.  

Esa definición es prácticamente la misma con la que se describe al Reglamento de una Competición Deportiva.  Una competición deportiva, es decir, una liga, un torneo, o un simple partido de basquetbol, de futbol o de beisbol, es siempre mas justa y mas limpia en la medida que su reglamento – o leyes - asegure la igualdad de las condiciones para que todos los participantes de una comunidad puedan jugar, y ganar.

Es decir, para que ambos, la sociedad y la competición, sean lo mas justos posible, se deben implementar leyes o reglas que establezcan y que regulen la igualdad de condiciones para que todos puedan participar, y para que todos puedan ganar.

La nueva ley del deporte aprobada por la Asamblea de Venezuela, esta lejos de cumplir con ese principio.  Quedaba tan solo una última esperanza.  La de que el reglamento de ley, que tenia que ser aprobada hace un par de semanas, permitiera la libertad del ejercicio del Patrocinio.

Pero no fue así.  La aprobación del reglamento no hizo mas que confirmar lo que ya habíamos anunciado hace tiempo: Por mas que la ley plantee un nuevo marco legal que puede incentivar a la masificación y la democratización de los procesos electorales de los organismos deportivos, la totalidad de la misma fue diseñada para entregar el control de toda la actividad deportiva y la de sus participantes, al estado, y por ende, al gobierno de turno.

Del “Patrocinador legal” al “único Patrocinador Posible”

Lo que acabamos de ver que hizo la FVF con la Polar, no es mas que el primer ejemplo del brusco viraje que se le ha dado al la realidad deportiva del país al haberse aprobado la nueva ley.

No se trata entonces de salir en la defensa de la Polar, ni de ninguna otra empresa privada en particular, sino en la defensa de esos valores “que platean los principios democráticos, y que implica que las leyes en la sociedad, y el deporte, poseen un mayor valor ético en la medida en que genere la mayor cantidad de oportunidades para la participación y el crecimiento humano de la mayor cantidad de ciudadanos en la mayor igualdad de condiciones posibles.”

Una ley que fiscaliza, por no decir que “confisca”, los fondos privados del deporte para controlarlos, equivale a quitarle a la empresa privada la posibilidad de participar en la motorización de la economía del deporte, e inhibir la gestión deportiva independiente del gobierno. Desde ese ángulo, esta es una ley excluyente, que atenta contra la libertad de emprendimiento, y contra los mismos principios y valores democráticos que nuestra constitución establece.

Y según citan los medios, la Federación de Futbol finalizo la relación comercial con la empresa que quizás sea la empresa privada que mas apoyo le ha brindado al futbol Venezolano en su historia, enviándoles una carta, donde les indica que la razón para la terminación de su histórica relación con las empresas Polar es por "insuficiencia de su Patrocinio".

Lo cierto es que en estos momentos, según el nuevo marco legal, a la Polar y a cualquier otra empresa privada le costará mucho Patrocinar a la Vinotinto directamente.  No, porque no tenga el dinero, sino porque tal y como describíamos anteriormente, el gobierno ahora es quien recibe o controla todos o un gran porcentaje de esos fondos de las empresas privadas para el deporte. 

Así que no es que la Vinotinto perdió a Polar, es que la Vinotinto esta siendo, o fue vendida a un mejor y único pagador posible, que es el gobierno, quien ahora puede manejar el deporte y sus lideres como le convenga.  Porque además de haber centralizado toda la gestión deportiva bajo su aprobación, tambien controla su economía con los fondos que ya tenia y con los que ahora le quita a la Polar, y a todas las empresas como Polar, con la ayuda del nuevo marco de ley y sobre todo, el articulo 68 de la misma.

Lo que hubiese sido una sorpresa

Vemos entonces que lo que la Federación describe como “insuficiencias de Patrocinio” es mas bien la “dificultad real del Patrocinio de la empresa Privada” que bajo el nuevo marco legal, ahora impera en el deporte en Venezuela.

Y esperar otra cosa de la Federación que tenemos hubiese sido la sorpresa. La historia de la casi eterna dirigencia del Futbol nacional confirma lo que ocurrió, que esta no es una organización que se caracterice por luchar por los principios y valores democráticos en ese deporte, ni son ellos un digno ejemplo de liderazgo democrático para el país. 

Para muestra, además de los muchos procesos electorales vividos, ahora queda este momento histórico, cuando ante el cambio de juego que plantea el gobierno, la Federación ha guardado un silencio que permanecerá en el tiempo, como una huella de su complacencia ante momentos tan negativos para el deporte venezolano.

Solo pusieron una queja al principio, cuando se dieron cuenta que la misma ponía en en peligro la reelección eterna de sus dirigentes.  Pero se volvieron a callar cuando se dieron cuenta que la FIFA no los puede defender en este caso.  

Ni la FIFA, ni nadie puede proteger a la Federación de una ley que en ese aspecto inclusive fortalece el voto de la base para elegir los lideres de la federación.  Hacerlo hubiese sido un reconocimiento publico de que estas organizaciones se manejaban como monarquías de facto.

Y es que este era un momento para luchar por el bien del fútbol o el deporte en general, lo que ellos buscaran en este momento es su supervivencia.

Pero a pesar de que puedan o no haber “negociado” otra vez con los intereses del futbol venezolano para sobrevivir, inclusive los días de estos dirigentes también están contados.

En el mejor de los casos, en ese silencio cómplice que mantienen ante la imposición de esta ley, y con el cual aceptan dejar atrás a Patrocinadores tan colaboradores como la Polar, quizás también vaya el mensaje que ellos saben, que al hacerlo, tambien negocian su salida del deporte en un futuro cercano.

Lo que viene

Reitero entonces que este caso de la FVF y la Polar, no es mas que el despertar de una nueva realidad para nuestro deporte.  Una nueva realidad que esta definida por esa nueva ley del deporte, que es parte de las reglas de juego que le están imponiendo a nuestro país, y que seguirá cambiando al deporte mucho mas de lo que estamos viendo hoy.  

Se trata de una nueva realidad legal que por decreto creo una nueva economía controlada por el estado. Y a no ser que haya un cambio de marco, a partir de este momento se verá como todas las empresas que aparecerán como patrocinadoras de la Vinotinto, representaran los intereses del Gobierno.  

Y lo que hoy ocurre con la Vinotinto, pasado ocurrirá con la Liga, y después con los Clubes, y finalmente hasta los jugadores, quienes terminaran con la sola opción de convertirse en imágenes de las empresas que determinen los intereses del gobierno de turno.

Y esto que hoy se ve en el fútbol esta ocurriendo también en el beisbol, el basket y cuanto deporte exista en Venezuela.  Poco a poco el gobierno, que ahora es dueño de la economía de todas esas ligas o instituciones, las ira convirtiendo poco a poco a su control. 

Al final lo que estamos viviendo no es mas que la conversión del modelo de gestión deportiva de Venezuela a una especie de modelo cubano con esteroides, que no es otro que dinero.

Pero donde mas dolor va a causar todos estos cambios no es necesariamente en el deporte profesional. Sucederá en todos los niveles del deporte.  Es simplemente inaudito que las Federaciones no se hayan pronunciado antes para advertir lo que esta ocurriendo.

Y es que los lideres del deporte tienen que saber que el gobierno poco a poco va cambiando las leyes, y todas nuestras actividades económicas del área pasan a ser controladas por el Estado con mecanismos y fondos semejantes a los creados para el deporte.  

Y que por eso tenemos ejemplos claros que ilustran como será de ahora en adelante el futuro del deporte en Venezuela.  Solo tienen que constatar lo que le ha sucedido a la comunidad científica del país a consecuencia del recién creado Fondo de la Ley Orgánica para la Ciencia, Tecnología y la Investigación (LOCTI). 

O hacerle seguimiento al complicado proceso de inscripción y aprobación de proyectos que tienen que seguir los expertos para conseguir recursos a través del recién creado Fondo ONA. 

O para hacerlo mas claro aun, imagínese que para solicitar fondos para sus labores deportivas, cualquier organización tenga que pasar por una experiencia semejante a la de solicitar fondos a CADIVI, y después de ser aprobado para recibir fondos, tenga que esperar a que el Gobierno además le asigne, o de permiso a la empresa, que ya le quería dar los fondos.

Cada vez que el gobierno ha centralizado las actividades productivas de un área y ha pasado a controlar su motor económico con la creación de Fondo económico para el área, la actividad económica ha quedado supeditada a registrarse en un portal del estado, y esperar, en una cola virtual, a ver si por alguna causa casi divina, el estado procede a entregar permisos para ejercer la actividad y el dinero que necesitan las comunidades para trabajar.  Es simplemente obvio que el deporte no escapara a lo problemas que incurren hoy todos esas otras áreas del país. 

En conclusión, lo que acabamos de ver que sucedió entre la FVF y la Polar no es mas que el pitazo inicial de una nueva realidad para el deporte en Venezuela. Es doloroso ver como los Federativos actúan como actúan y solo queda esperar a ver como Venezuela entera acepta jugar bajo estas reglas.

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