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La cultura de desinformación en contra del futbolista venezolano

En días pasados “Carlos Dickson dejó por un canal digital de ex-futbolistas un link a un artículo suyo titulado: ¿Futbolistas al poder? (Ver: http://www.balonazos.com/futbolistas-al-poder/ ). Dicho artículo no debe pasar desapercibido por esta comunidad de exjugadores y de figuras de nuestro fútbol. Y digo esto porque el artículo es una muestra inequívoca de como se intenta perpetuar, de manera inconsciente, o no, falacias diseñadas para desinformar y hasta menospreciar al esfuerzo de futbolista nacional en la lucha por la dignidad y buena gestión del fútbol venezolano.   En este artículo, Dickson va mas allá de la trillada e infundada frase de que “el futbolista venezolano necesita trabajar desde abajo o desde adentro” para poder aspirar a cambiar al futbol, y se atreve a argumentar que los futbolistas venezolanos somos cómplices por omisión de ese mal de la dirigencia corrupta, y cito:  “ Cuando los políticos venezolanos se dieron cuenta de que el fútbol era una vitrina para sus

El rol protagónico de las generaciones de futbolistas profesionales de Venezuela de las décadas de los 60 a los 80 en la lucha por la dignidad de su profesión.

Testimonio Personal Quiero comenzar agradeciendo a todos los exjugadores que hace un par de semanas dejaron una conversación muy interesante en la comunidad digital de Venezuela Fútbol, aunque incluyera comentarios extemporáneos e injustos, sobre lo difícil que era el fútbol venezolano durante las décadas de los 60 a los 80.   Lo agradezco porque la historia del fútbol profesional venezolano que representamos, esa misma que nos une para siempre y que se plasma día a día en esta hermandad digital de exfutbolistas, es una historia “tejida” con el sudor de todos nosotros, sin importar el lugar de nacimiento de quienes la hicimos, el equipo en el que jugamos o el lugar de la tabla de clasificación en el que quedamos. Es una historia transcrita en el tiempo con la ayuda de estadísticas o viejos reportes de partidos o hazañas, pero que solo puedes ser validada con el testimonio de cada uno de nosotros, en formas de cuentos y anécdotas, buenas y no tan buenas, de una vida alreded

Why it is hard for me to support the Vinotinto matches in Miami and Barcelona

I find it hard to see how the Venezuelan Football Federation takes advantage of the homesickness of the Venezuelan diaspora abroad by organizing the matches of the National Team, the Vinotinto, in Miami, USA and in Barcelona, ​​Spain, cities icons of the Venezuelan exile. It is hard for me to understand because the same Venezuelan Football Federation that negotiates the rights of the Vinotinto in these cities that are full of stories of Venezuelans suffering the consequences of living in exile, is the same Federation that enabled the transformation of the image of the Vinotinto and Venezuelan soccer as a whole into a vehicle of propaganda and political corruption for the regime. It is hard for me also because this Venezuelan Football Federation that today negotiates with the image of the Vinotinto internationally is the same Federation that has allowed and even promoted the political censorship and the end of the soccer careers of many historic stars of the Vinotinto, pus

¿Por qué me cuestan los partidos de la Vinotinto en Miami y Barcelona?

Me cuesta constatar cómo la Federación Venezolana de Fútbol se aprovecha de la nostalgia por el país de la diáspora venezolana en el exterior al organizar los partidos de la Selección Nacional, nuestra Vinotinto, en Miami, EE. UU. y en Barcelona, España, ciudades iconos del exilio venezolano.  Me cuesta porque esa misma Federación Venezolana de Fútbol que negocia los derechos de la Vinotinto en estas ciudades llenas de historias de dolor de venezolanos que sufren las consecuencias de vivir en el exilio, es la misma Federación que habilitó lo que bien se puede definir como el secuestro de los intereses y la imagen de la Vinotinto y del fútbol venezolano, para transformarlos en un vehículo de propaganda y corrupción política del régimen.   Me cuesta también porque esta misma Federación que hoy negocia con la imagen de la Vinotinto, lo hace para servir al régimen, y es la misma que ha permitido y seguramente promovido, la expulsión de glorias Vinotinto del fútbol y por ende de

¡Basta Ya!

Basta ya Venezuela Basta ya de reprimir violentamente, de matar o de herir a ciudadanos que ejercen su derecho democrático de protestar en paz. Basta ya de usar delincuentes armados para reprimir vilmente a esos ciudadanos que luchan por la democracia en las calles de Venezuela. Basta ya de convertir  en presos políticos a ciudadanos que protestan democráticamente . Basta ya de abusar de los derechos humanos de los civiles sometiéndolos a la justicia militar. Basta ya de secuestrar, torturar o negarle los derechos de un justo proceso a esos ciudadanos convertidos en presos de conciencia. Basta ya de intentar imponer una constituyente antidemocrática, para quitarle el derecho universal y directo de los ciudadanos a elegir a su gobierno democráticamente . Basta ya de ejercer la violencia de Estado para intentar transformar a una democracia llamada Venezuela, en una tiranía, y a sus ciudadanos en súbditos castro-comunistas. Basta ya Venezuela, ¡Libertad ya

Por que pienso que los dirigentes de nuestro futbol no deben renunciar

Llevo toda mi vida viviendo de cerca a nuestra Vinotinto, y desde que recuerdo, con mejores o peores resultados, cada ciclo mundialista termina con una reacción de frustración de los venezolanos.   E l número de venezolanos que comparten esa frustración y el ardor con el que manifiestan su reclamo, parece aumentar ciclo tras ciclo.  Sin embargo, a pesar del aparente incremento de la presión pública, la experiencia siempre termina con la misma solución por parte de los dirigentes: el sacrificio del entrenador.  Y  así, como si el cambio de entrenador fuese el bálsamo milagroso que va a mejorar los resultados de la Vinotinto, o una solución mágica para mejorar los males de nuestro fútbol, la frustración pública se va desvaneciendo siempre, transformándose en la esperanza de que mejores resultados llegarán con una selección que viene.  Y así tenemos casi siete ciclos mundialistas con estos dirigentes repitiendo la misma novela. No hay que ser vidente para entender que el resul