¿Por qué me cuestan los partidos de la Vinotinto en Miami y Barcelona?
Me cuesta constatar cómo la Federación Venezolana de Fútbol se aprovecha de la nostalgia por el país de la diáspora venezolana en el exterior al organizar los partidos de la Selección Nacional, nuestra Vinotinto, en Miami, EE. UU. y en Barcelona, España, ciudades iconos del exilio venezolano.
Me cuesta porque esa misma Federación Venezolana de Fútbol que negocia los derechos de la Vinotinto en estas ciudades llenas de historias de dolor de venezolanos que sufren las consecuencias de vivir en el exilio, es la misma Federación que habilitó lo que bien se puede definir como el secuestro de los intereses y la imagen de la Vinotinto y del fútbol venezolano, para transformarlos en un vehículo de propaganda y corrupción política del régimen.
Me cuesta también porque esta misma Federación que hoy negocia con la imagen de la Vinotinto, lo hace para servir al régimen, y es la misma que ha permitido y seguramente promovido, la expulsión de glorias Vinotinto del fútbol y por ende del país, por el simple hecho de pedir que se respeten su seguridad o sus derechos civiles.
Me cuesta porque esta Federación Venezolana de Fútbol hace negocios en el exterior gracias a la Vinotinto, y lo hace sin importarle que ciudades como Barcelona o Miami son ciudades donde también viven los dolores del exilio esas mismas glorias Vinotinto que esa Federación representante del régimen, pretende borrar de la historia del fútbol venezolano.
Me cuesta porque esa Federación que hoy pretende vender boletos en dólares para los partidos de la Vinotinto al exilio venezolano de Barcelona y Miami, es la misma Federación que permitió un notorio proceso de estatización, dolarización y derroche en el fútbol venezolano, y que utilizará el beneficio de lo que obtenga de esos partidos no para los jugadores, sino para alimentar su burocracia y la política partidista de esa Federación representante del régimen oprobioso.
Me cuesta porque esa Federación que negocia acuerdos por el mundo tiene un presidente con casi 20 años de colaboración cercana con su predecesor en el puesto, hoy culpable confeso de corrupción FIFA en EE. UU., y porque además ha sido el protagonista de poner el fútbol al servicio de un régimen cuyos miembros hoy tienen todo tipo de acusaciones y sanciones en el mundo.
Pero sobretodo me cuesta porque como Vinotinto que fui y sigo siendo, me enseñaron a querer a mi camiseta como a mi país, y el sufrimiento de Venezuela hoy es suficiente como para no permitir que mercaderes del hambre y la miseria de los venezolanos sigan usando a nuestra Vinotinto para explotar a los venezolanos.
Cheche Vidal
Miami 17 de Marzo, 2019
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