La política de armar la delincuencia o la delincuencia como arma política
Fui a una marcha de los estudiantes en Caracas. Pero como tenía un compromiso en la mañana que no pude cancelar, sólo pude ir muy tarde. La verdad es que, entre el tráfico intenso y el hecho de que estábamos saliendo hacia la marcha con casi tres horas de diferencia, intenté convencer a mi esposa, y a nuestro hijo mayor, que lo mejor era no ir. Ante su reticencia de quedarse, decidí no imponerme para no seguir contrariando a mi esposa, quien me había estado esperando pacientemente para ir, y a mi hijo, quien a los 17 años quiere vivir en carne propia la lucha de los estudiantes, que al final de todo, es su generación. Llegamos en auto lo mas cerca que pudimos de la marcha de los estudiantes, y lo aparcamos en un pequeño espacio vacío de una acera convertida en "parking", a pocos metros de una barricada policial que controlaba el paso hacia el lugar destinado para el comienzo de la manifestación. No hay que saber mucho de seguridad para entender que esa barricada e